A lo largo de la vida los seres humanos vamos aprendiendo y cambiando; todas nuestras experiencias nos sirven de base, desde que nacemos hasta que morimos, para dar forma a nuestra identidad, un término del que mucho se habla pero que no siempre se conoce a profundidad su significado e importancia.
La identidad es el conjunto de características que hacen que cada persona sea única. Desde la infancia hasta la edad adulta avanzada cada persona se va construyendo, porque aunque la mayoría de los rasgos se pueden definir durante la adolescencia y juventud, siempre hay oportunidades de decidir hacer cambios.
Durante los últimos meses, en Aldeas Infantiles SOS, junto a Fundación Dibujando un Mañana, hemos capacitado a adolescentes y jóvenes sobre la construcción de género e identidad.
Entre las tantas actividades socioeducativas, los participantes de este proyecto conocieron conceptos claves en lo que respecta a la construcción de la identidad de género y aprendieron a diferenciar los términos: sexo biológico, identidad de género, expresión de género y orientación sexual.
Raquel Corrales, coordinadora del proyecto, nos cuenta que durante las actividades con las personas menores de edad, se resaltó no solo la importancia de entender lo que significa la identidad y su construcción sino también la necesidad de respetar las diversidades que resultan de los procesos de cada ser humano.
“Respetar conlleva un espacio de escucha, de aprender, de construir y luego tener un criterio… No se trata de obligar a nadie a creer algo o imponer una visión, sino de construir espacios de respeto, porque si aun conociendo los conceptos, decido no estar de acuerdo, igualmente debe prevalecer el respeto”.